En mis primeros años, y antes de conocer más de lingüística cognitiva, intuía la gran importancia que tiene nuestro cuerpo en la manera en la que percibimos y estructuramos nuestras experiencias. La corporeización (ing. embodiment) fue uno de los conceptos que más me gustó y en el que decidí trabajar más durante mis estudios. Hoy te he traído una parte de lo que fue mi tesis de grado. He creado una unidad didáctica que trabaja mucho el concepto y que puedes usar a partir de un B1+. ¿Te animas a saber más?
Este poema de Pablo Neruda representa una de las formas usuales en las que se razona y piensa sobre el sentimiento amor. Frases como estoy hambriento de tu risa o quiero comer el rayo quemado en tu hermosura son un ejemplo vivo de una de nuestras concepciones del amor: el hambre, una necesidad física básica y que está estrechamente relacionada con nuestro cuerpo. Esta creación de conceptos no es arbitraria y es motivada por nuestras «experiencias sensomotoras».
Como afirman Ruiz de Mendoza y Masegosa, esta Teoría, en relación con la metáfora, «ha sido fuertemente influenciada por las neurociencias. En esta visión, se hace hincapié en el hecho empírico de que todos los conceptos surgen de circuitos neuronales que derivan su significado a través de cascadas neuronales que terminan vinculadas al cuerpo» (1). Luque Nadal, por su parte, argumenta que «la metáfora […] está ligada, en parte, a la sinestesia. Esta permite que sensaciones diferentes, auditivas, táctiles, olfativas, etc., se asocien en el cerebro» (2). Por eso es posible que aparezcan expresiones como ella huele a enamoramiento o su boca sabe a pasión. Los cinco sentidos están siendo continuamente activados en la construcción del significado metafórico y se complementan mutuamente.
La corporeización varía dependendiendo de la cultura de donde procedemos. Básicamente, y como lo explica también Ibarretxe-Antuñano, funciona como un mapeo: se equipara la experiencia de un dominio de percepción física con aquella de dominio de percepción abstracta. De los cinco sentidos se destaca con más frecuencia el sentido de la visión (3) y, así se crea una jerarquía entre los sentidos. Jerarquía que presupone en la visión mayor intensidad y facilidad de asimilación.
Aquí te explico cada una de las actividades incluidas en esta unidad didáctica.
¿Cómo describimos?
Para empezar a activar el vocabulario, he seleccionado unas adivinanzas. El objetivo principal es que podamos ver desde ya con cuántas cosas estamos asociando con nuestras partes del cuerpo. Podemos reflexionar sobre metáforas visuales:
Hablamos de nuestros párpados en forma de persianas porque relacionamos el movimiento de arriba hacia abajo que constantemente hacen los dos.
O vemos casos de polisemia:
Como en la planta del pie y una planta en la naturaleza.
Las relaciones
El principal objetivo es activar la conexión que, por lo general, hacemos de manera inconsciente. Pueden ser verbos, adjetivos, sustantivos; incluso, frases enteras.
Imaginemos que conectamos la nariz con el verbo oler, pero luego hablamos de que una situación nos huele mal. ¿Por qué lo hacemos?, ¿cuál es la connotación que queremos transmitir allí?
Animemos a nuestros estudiantes a ir más allá de lo normal. ¿Qué tiene que ver cabeza con cabecera de la cama?, por ejemplo.
¿Por qué decimos?
En este ejercicio sí vamos a dar ejemplos concretos de cómo conectamos partes de nuestro cuerpo con vocabulario de otros contextos. Ellos deberán reflexionar sobre por qué lo hacemos así. ¿Qué paralelos hay entre una parte del cuerpo y la otra palabra? Puede que aquí ellos tengan más ideas que provengan de sus lenguas maternas. Podemos verlas y ver si son factibles en español.
Ahora, ¡visualicemos!
En este ejercicio vamos a ver, a través de diferentes imágenes, los dos campos semánticos conectados. Ahora podemos reflexionar sobre si ha cambiado su opinión o perspectiva y los vamos a animar a incluir dos de las expresiones en pequeños diálogos.
¿Y tú? ¿qué tienes?
Para terminar esta unidad didáctica, los invitaremos a que sean ellos los que conecten las expresiones dadas con las capacidades para hacer o no una cosa o la otra. Así, podrán argumentar sobre por qué hablamos de tener buen o mal oído para la música clásica. Podríamos, incluso, preguntarles si seria posible decir tener buen tacto para la música. Si es posible, ¿qué estamos conectando allí?
En la presentación encontrarás objetos que se pueden mover y espacios donde puedes escribir. Los símbolos lo indicarán.
Si lo que deseas es trabajar con el documento en PDF, aquí puedes echarle un vistazo.
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Bibliografía.
- Ruiz de Mendoza, F. J., Galera, A., 2014. Cognitive modeling. A Linguistic Perspective. John Benjamins, Amsterdam/Philadelphia.
- Luque Nadal, L., 2012. Principios de culturología y fraseología españolas. Frankfurt am Main: Peter Lang.
- Ibarretxe-Antuñano, I. (2008). Vision Metaphors for the Intellect: Are they Really Cross-Linguistic?. ATLANTIS. Journal Of The Spanish Association Of Anglo-American Studies, 30(1), 15-33.