Despiertas un día y ves que todo lo que conoces ha cambiado de un momento a otro. Esto es lo que han vivido cientos de personas en la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Andalucía, entre otras. Han sido afectadas por la reciente catástrofe que ha transformado su vida y dejado huellas profundas en sus hogares, sus familias y su entorno. No podemos hacer que todo vuelva a ser como antes, pero podemos ser esa mano amiga que apoya, ese impulso que les ayuda a levantarse. La comunidad ELE puede ser un ejemplo de solidaridad.
Esta situación nos afecta profundamente, y a veces parece que no tenemos el poder de hacer algo.
Que somos insignificantes y que, en realidad, nuestras acciones serán solo una pequeña gota en un inmenso mar.
¡Pues no es así!